Un error muy común de las empresas es pensar que todas las personas comprarán sus productos, sin embargo, el éxito de tu empresa depende de quién es tu cliente ideal.
Una investigación inicial te ayudará a conocer a tu público potencial y así diseñar estrategias específicas, además de que como empresa necesitas cuestionarte ¿Qué quieres vender? ¿Cómo lo harás?.
Tu audiencia es el centro de tus planes de negocios, debes de comprender sus necesidades para facilitarles tus productos de valor.
➡ Evalúa el diseño de tu empresa ⬅
¿Quiénes son mis clientes ideales?
Imagina poder entrar a la mente de tu audiencia y saber con exactitud qué necesitan y qué problemas presentan, así que elaborar una plantilla que te ayudará a plasmar el perfil que estás construyendo e identificar sus frustraciones, problemas y motivaciones.
Para completar esta imagen, es esencial que respondas una serie de preguntas que te ayudarán a perfeccionar ese perfil, este punto de partida será útil para concretar tus oportunidades de negocio:
¿Qué piensa? ¿Qué siente? ¿Qué ve? ¿Qué escucha? ¿Qué hace? ¿Qué dolores presenta? ¿Cuáles son sus necesidades?
Ya que tengas estas preguntas respondidas, tendrás un panorama más claro de a quiénes debes de llegar. Identificar las variables de la segmentación del mercado te permitirá recabar información de cada uno de tus posibles clientes, desde las características sociodemográficas, hasta las emocionales, como:
- Nombre;
- Edad;
- Nacionalidad;
- Formación académica;
- Profesión;
- Ingresos;
- Lugar de residencia;
- Personalidad;
- Necesidades;
- Estilo de vida;
- Opiniones, y
- Preferencias.
Esta investigación te servirá para elaborar una lista de por lo menos 10 grupos de clientes potenciales que podrían estar interesados en tu producto o servicio. Una vez que tengas estas agrupaciones, analiza cada uno y escoge el que mejor se adapte a tu empresa.
¿Por qué es importante entender a tus clientes?
Focalizar tus esfuerzos en hacer un estudio para conocer sus motivaciones, dolencias y problemas te facilitará el proceso de identificar a los grupos de clientes con intereses en común, logrando agrupar a tu mercado en conjuntos de públicos más pequeños.
Para establecer una empresa es importante contar con clientes que paguen por nuestro producto o servicio, así que a partir de este punto, orientar tu atención hacia tu audiencia es esencial para materializar tu idea de negocio.
¿Todos los clientes siguen el mismo recorrido?
El perfil de tus clientes ideales te da una visión más clara de los que finalmente serán tus compradores; pero como no todos tienen las mismas necesidades, no siempre recorrerán el mismo camino para comprar tu producto o servicio. Aunque las etapas de descubrir, considerar y tomar la decisión son las mismas, el proceso de compra de cada uno será diferente.
El objetivo es que cuando tu audiencia reconozca que tiene un problema, tú como empresa aproveches ese momento con posibilidades que capten su atención.
Considera que más que “venderles”, tu producto o servicio tiene que ser su mejor opción. Solo así lograrás darles una experiencia única y crear vínculos fuertes que te permitan asegurar a tus primeros diez clientes.